- En la misiva el Santo Padre expresa su dolor por los casos cometidos por miembros de la Iglesia y pide generar una mayor cultura del cuidado en el presente y en el futuro
En una carta emitida hoy desde el Vaticano a todos los fieles del mundo, el Papa Francisco expresó su rechazo ante los actos de pedofilia cometidos por miembros de la Iglesia Católica, sacerdotes y personas consagradas, que fueron revelados en un informe que recoge el testimonio de al menos mil sobrevivientes de abusos en Pennsylvania.
“«Si un miembro sufre, todos sufren con él» (1 Co 12,26). Estas palabras de san Pablo resuenan con fuerza en mi corazón al constatar una vez más el sufrimiento vivido por muchos menores a causa de abusos sexuales, de poder y de conciencia cometidos por un notable número de clérigos y personas consagradas”, expresa el Santo Padre en la misiva. Señala también que, aunque muchos de los casos corresponden al pasado, las heridas “nunca prescriben”.
En la carta, el Papa Francisco expresa que “con vergüenza y arrepentimiento, asumimos que no actuamos a tiempo reconociendo la magnitud y la gravedad del daño que se estaba causando en tantas vidas”.
Así mismo, el Santo Padre indica: “Si en el pasado la omisión pudo convertirse en una forma de respuesta, hoy queremos que la solidaridad, entendida en su sentido más hondo y desafiante, se convierta en nuestro modo de hacer la historia presente y futura”.
El Sumo Pontífice también afirma que es “consciente del esfuerzo y del trabajo que se realiza en distintas partes del mundo para garantizar y generar las mediaciones necesarias que den seguridad y protejan la integridad de niños y de adultos en estado de vulnerabilidad, así como de la implementación de la “tolerancia cero” y de los modos de rendir cuentas por parte de todos aquellos que realicen o encubran estos delitos. Nos hemos demorado en aplicar estas acciones y sanciones tan necesarias, pero confío en que ayudarán a garantizar una mayor cultura del cuidado en el presente y en el futuro”.
“La única manera que tenemos para responder a este mal que viene cobrando tantas vidas es vivirlo como una tarea que nos involucra y compete a todos como Pueblo de Dios. Esta conciencia de sentirnos parte de un pueblo y de una historia común hará posible que reconozcamos nuestros pecados y errores del pasado con una apertura penitencial capaz de dejarse renovar desde dentro. Todo lo que se realice para erradicar la cultura del abuso de nuestras comunidades, sin una participación activa de todos los miembros de la Iglesia, no logrará generar las dinámicas necesarias para una sana y realista transformación”, sostiene el Papa Francisco.
Finalmente, ante esta realidad, el Sumo Pontífice manifestó que es propicio imitar el comportamiento de María en la cruz: “Ella, la primera discípula, nos enseña a todos los discípulos cómo hemos de detenernos ante el sufrimiento del inocente, sin evasiones ni pusilanimidad. Mirar a María es aprender a descubrir dónde y cómo tiene que estar el discípulo de Cristo”.
Lea la carta completa en este enlace:
Carta del Santo Padre al Pueblo de Dios