Estimados hermanos y hermanas:
Demos gracias a Dios por el año que termina, año de la visita del Papa Francisco a nuestro país, por el don de la vida y las cosas buenas que hemos recibido del Señor.
Al iniciar el 2019, invocamos al Gobierno, al Congreso, a los poderes del Estado, pero también a todos los peruanos a seguir luchando contra el flagelo de la corrupción. Y esto pasa también, de forma ineludible por la consolidación de las instituciones que luchan contra la Corrupción de Funcionarios, la Criminalidad Organizada y los graves delitos que tanto daño han hecho al Perú.
Es necesario también respaldar una reforma integral que ponga la Política al servicio del ciudadano, y no una Política al servicio de los políticos, sin olvidar que faltan todavía muchas obras de la “reconstrucción”.
Otro de los grandes flagelos que nos duele es la violencia contra la mujer. Esto se tiene que terminar. Debemos afrontarlo con sanciones ejemplares para los agresores y con la participación ciudadana para denunciar sin esperar a que una mujer sea violentada.
Con el Papa Francisco, tenemos el gran reto de construir una nación en la que todos los peruanos sintamos que este país es nuestro, y que en esta tierra podemos hacer realidad nuestro propio futuro.
Por eso, debemos estar unidos en la construcción de nuestro querido Perú, con los principios y valores humanos y cristianos que debemos promover y practicar, de manera especial en nuestras familias y en todo lugar donde nos encontremos.
Que este 2019 sea un año de justicia, de un clima de paz social, prosperidad y desarrollo.
¡Feliz Año y que Dios bendiga al Perú!
Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte
Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana
Arzobispo Metropolitano de Trujillo