La madrugada del último domingo, un fuerte terremoto de 8.0, con epicentro en Alto Amazonas (Loreto), sacudió la selva peruana. Para Monseñor Jesús María Aristín, Administrador Apostólico del Vicariato Apostólico de Yurimaguas, este hecho ha sido el más fuerte de todos los sismos de gran magnitud que le ha tocado experimentar durante su estancia en el Perú.
“Afortunadamente no ha habido desgracias personales, pero lastimosamente sí muchos daños materiales, son más de 100 escuelas dañadas y más de 200 postas médicas afectadas”, manifestó desde la sede de la Conferencia Episcopal Peruana, en Lima.
En su intervención, señaló su preocupación por los daños que han sufrido centenares de viviendas de la zona de Yurimaguas, las mismas que han quedado destruidas e inhabilitadas.
En el ámbito eclesial, también expresó su dolor por los fieles católicos que perdieron tres iglesias importantes de tres ciudades del Vicariato de Yurimaguas. Debido al terremoto, estos recintos religiosos deberán ser destruidos y reconstruidos. El templo ubicado en el centro poblado de Santa Cruz es uno de los edificios que más resultó afectado. La catedral de Yurimaguas, declarada Patrimonio Histórico de la Nación, también presenta grandes grietas.
Ante este panorama, el Vicariato Apostólico de Yurimaguas ha decidido habilitar una cuenta bancaria para canalizar la ayuda que será destinada a la población damnificada y a la reconstrucción de los edificios eclesiales a través de Cáritas Yurimaguas.
PARA LA RECONSTRUCCIÓN DE LAS IGLESIAS DAÑADAS:
Cuenta en dólares: 585-10266378-1-47.
CCI 002 585 110266378147 87.
BBVA CONTINENTAL.
titular: Vicariato Apostólico de Yurimaguas