El Corpus Christi: significado e historia

Traducido al castellano, el Corpus Christi significa Cuerpo de Cristo, y alude a la transformación mística de la humanidad del Hijo de Dios en alimento para el alma. En términos católicos, se trata de la celebración de la Eucaristía o la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.

Asimismo, la celebración del Corpus Christi se remonta a los años 1192-1258 y hasta la fecha estas festividades religiosas se realizan en muchos países del mundo. Esta celebración se lleva a cabo el jueves posterior a la solemnidad de la Santísima Trinidad, que a su vez tiene lugar el domingo siguiente a Pentecostés, es decir, el Corpus Christi se celebra 60 días después del Domingo de Resurrección.

En varios países es un día festivo oficial: ciertas partes de España, Austria, Alemania y Suiza, además de Brasil, República Dominicana, Bolivia, Croacia, Polonia, Trinidad y Tobago, Portugal, Perú y Venezuela.

Santa Juliana de Mont Cornillon

Historia de la festividad religiosa

La celebración de Corpus Christi fue instituida por el propio Jesucristo la noche del Jueves Santo, mientras se encontraba junto a los doce discípulos en la Última Cena.

De acuerdo con historiadores la fiesta surgió en la Edad Media, cuando en 1208 la religiosa cisterciense Juliana de Cornillon promueve la idea de celebrar una festividad en honor al cuerpo y la sangre de Cristo presente en la Eucaristía. Según relatan, la religiosa se encontraba en Lieja, actual Bélgica, y tuvo repetidas visiones de una luna brillante en la cual una franja que la dividía en dos permanecía misteriosamente a oscuras. Nuestro Señor le reveló más tarde que la luna simbolizaba el calendario de fiestas de la Iglesia y que la parte a oscuras se debía a la falta de una fiesta específica para honrar su Presencia Real en el Santísimo Sacramento.

La santa transmitió el recado al Obispo de Lieja, Roberto de Torotte, y entre otras personas al entonces arcediano de la catedral, Jacques Pantaleón, quien más adelante desempeñaría un papel clave en el establecimiento de esta festividad. En 1246 el obispo convocó a un sínodo y dispuso la realización de la fiesta al año siguiente.

Así, se celebra por primera vez en 1246 en la Diócesis de Lieja (Bélgica), por los canónigos de la catedral de San Martín de Lieja. Aunque la religiosa Juliana no llegó a ver completamente realizados los pedidos de Nuestro Señor, pues la muerte la sorprendió el 5 de abril de 1258, dejó sin embargo establecidas las bases para su aprobación.

Más adelante, el Papa Urbano IV, quien conocía bien el asunto de Sor Juliana de Cornillón, instituyó la celebración del Corpus Christi para la Iglesia Católica Universal, fijándola el Jueves después de la fiesta de la Santísima Trinidad.

Ostensorio del corporal y de la hostia del milagro eucarístico de Bolsena, que se conserva en la catedral de Orvieto (Italia).

El milagro eucarístico de Bolsena

En aquella época, el año 1264, cuando se difundían por Europa diversas herejías que negaba la Presencia Real en la Eucaristía, un sacerdote oriundo de Bohemia llamado Pedro de Praga dudaba sobre el misterio de la ‘transustanciación’ del Cuerpo y de la Sangre de Cristo en la Eucaristía. Acudió así en peregrinación a Roma para pedir sobre la tumba de San Pedro la gracia de una fe fuerte.

De regreso de Roma, Dios se le manifestó de manera milagrosa. Cuando Pedro de Praga celebraba la Santa Misa en Bolsena, en la cripta de Santa Cristina, la Sagrada Hostia sangró llenando el Corporal de Sangre.

La noticia llegó hasta Orvieto, donde se encontraba el Papa Urbano IV, quien instituyó la solemnidad del Corpus Christi para reparar los sacrilegios y las blasfemias cometidos contra el Santísimo Sacramento, y combatir la falta de fe en la Presencia Real. Mediante la Bula Transiturus de Hoc Mundo, firmada el 11 de agosto de 1264, ordenó su celebración el jueves siguiente a la octava del domingo de Pentecostés.

El Pontífice encargó nada menos que a Santo Tomás de Aquino la preparación de un oficio litúrgico propio y la creación de cantos e himnos para celebrar a Cristo Eucaristía. Entre los que compuso está la sublime secuencia “Lauda Sion” que se canta en la Misa de Corpus Christi.

Durante el Concilio de Vienne, en 1311, el Papa Clemente V ordenó la definitiva adopción de esta celebración religiosa. Desde entonces, la fiesta se extendió de Europa al mundo entero. En el Perú, particularmente el Cusco, y en otras ciudades donde la tradición es fuerte, el Corpus Christi se sigue celebrando en su día. En el resto del mundo se conmemora actualmente el domingo siguiente a la festividad de la Santísima Trinidad.