Los Obispos de los Consejos Permanentes de las Conferencias Episcopales de Bolivia, Chile y Perú nos hemos reunido en Lima, Perú, los días 3 y 4 de septiembre de 2019, retomando una tradición que se venía realizando desde hace muchos años.
Damos gracias a Dios por haber tenido esta oportunidad de encuentro y diálogo fraterno, pues desde nuestra condición de discípulos misioneros de Jesús, nos reconocemos hermanos en el mismo desafío y misión de anunciar el Evangelio del Reino de Dios en nuestros países.
En estos días, hemos podido reflexionar y constatar la grave situación migratoria de grandes proporciones que se vive en nuestros países, especialmente por hermanos nuestros provenientes de Venezuela. Expresamos nuestra cercanía y solidaridad al pueblo venezolano, que en este último tiempo ha estado sufriendo difíciles condiciones económicas, sociales y políticas en su país. Renovamos y valoramos el compromiso de las instituciones de la Iglesia Católica para acoger y servir a hermanos nuestros que buscan mejores perspectivas de trabajo y seguridad para ellos y sus familias. Agradecemos especialmente el esfuerzo de muchas personas que entregando su tiempo y recursos se han puesto al servicio de los que más sufren difíciles condiciones de migración. Consideramos que los gobiernos y correspondientes organismos públicos de los Estados involucrados deben analizar y dialogar en profundidad las políticas públicas que se han de implementar de manera coordinada para responder al fenómeno migratorio.
Reafirmamos nuestra decisión y empeño en seguir respondiendo al grave flagelo de los abusos sexuales contra menores y la violencia contra la mujer en nuestros países. El dolor de las víctimas de estos delitos nos impulsa a seguir esforzándonos en implementar medidas efectivas de prevención, de manera que nuestras comunidades lleguen a ser ambientes sanos y seguros en donde los niños, niñas, adolescentes y adultos vulnerables encuentren un clima de cuidado y desarrollo respetuoso de su identidad personal.
Estando cerca de la celebración del próximo sínodo Panamazónico que tendrá lugar en Roma, manifestamos nuestro interés y disposición a colaborar en los procesos de discernimiento que se llevarán a cabo en este vital encuentro para responder de mejor forma a la evangelización y al cuidado de la Casa Común, desde una ecología integral, de la biodiversidad y ecosistemas de esa región, que se encuentran gravemente afectados por la actividad humana.
Reconfortados por estas jornadas de reflexión que hemos tenido al amparo del Santuario de Santa Rosa de Lima, patrona de América, nos confiamos a la intercesión de los Santos y mártires de nuestro continente para obtener la abundante bendición de nuestro Señor sobre nuestros pueblos y comunidades.