El Papa Francisco inauguró el Sínodo de los Obispos sobre la Amazonía, el pasado domingo 6 de octubre, con una Santa Misa celebrada en la Basílica de San Pedro del Vaticano, en Roma, en la que pidió que la Asamblea Sinodal sirva “para renovar los caminos de la Iglesia en la Amazonía, de modo que no se apague el fuego de la misión”.
En su mensaje dirigido a todos los padres sinodales, el Santo Padre sostuvo: “Somos Obispos porque hemos recibido un don de Dios” y sin embargo, muchas veces el don de Dios “no ha sido ofrecido sino impuesto” y “ha habido colonización en vez de evangelización”.
Reavivar el don de Dios con humildad
En otro momento de su Homilía, el Papa Bergoglio recordó a los presentes a no olvidar el término «siervos inútiles» expresado en el Evangelio. “Una expresión que también puede significar «siervos sin beneficio», es decir, que no nos esforzamos para conseguir algo útil para nosotros, sino que gratuitamente damos porque lo hemos recibido gratis”, agregó.
No a la pastoral de mantenimiento
Por otro lado, el Pontífice indicó que para ser fieles a su misión, deben recordar las palabras de San Pablo cuando habla de “reavivar el Don”. Para el Papa Francisco, “reavivar” es “dar vida al fuego”, y esto significa que “el Don que han recibido (los Obispos) es un fuego que no se alimenta por sí solo”, muere si no se mantiene vivo y si los Obispos limitan sus días a una pastoral de “mantenimiento” para los que ya conocen el Evangelio de Cristo, “el don desaparece, sofocado por las cenizas de los temores y por la preocupación de defender el status quo”.
Al final de su Homilía, el Santo Padre pidió a los Obispos que comiencen “mirando a Jesús Crucificado” porque desde allí “ha brotado el don que nos ha generado; desde allí ha sido infundido el Espíritu Santo que renueva”.
Homilía Completa: