En el marco de la II Reunión sobre Renovación y Reestructuración, la Presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) presentó su mensaje al pueblo de Dios y a las Conferencias Episcopales de América Latina y El Caribe «Caminar juntos por la paz de nuestros pueblos«.
En un mensaje dirigido “al pueblo de Dios y a las Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe”, bajo el título «Caminar juntos por la paz de nuestros pueblos», la presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) expresó su cercanía a los pueblos latinoamericanos que están atravesando una grave inestabilidad.
“En los últimos meses y semanas, en países hermanos como Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Haití, Nicaragua y Venezuela, vienen aconteciendo grandes movilizaciones ciudadanas, protestando por desigualdades e injusticias que son fruto del pecado que se ha institucionalizado, dando la espalda a los más pobres y marginados. Estas movilizaciones en muchas ocasiones han sido duramente reprimidas”, se lee en el comunicado.
Los Obispos reiteran que “sólo con la amistad cívica y el compromiso solidario, en especial con los más pobres y excluidos, podemos enfrentar esta crisis para avanzar hacia un futuro compartido más esperanzador. No debemos desmayar en la promoción del diálogo para la convivencia, la paz social y el bien común”.
Citando a San Pablo, la Presidencia del CELAM exhorta a “vencer el mal con el bien” y, como Iglesia y como pueblo de Dios, a trabajar por la reconciliación y la paz.
Luego invitó a las autoridades a asumir sus responsabilidades, garantizando el buen funcionamiento de sus respectivos países y de sus instituciones; asimismo, todos los ciudadanos debemos participar con responsabilidad por el bien común de la nación, y así derrotar la inseguridad, la corrupción, la impunidad, la violencia y todas las semillas de muerte. La violencia no se combate con la violencia. Destruir nuestros países no es la verdadera solución. Es hora de actuar como hermanos y no como enemigos”.
Por último, el Celam subrayó que “todos los pueblos somos responsables los unos de los otros”, por esto pide “a las grandes naciones del mundo que respeten el caminar de cada país, por pequeño que sea, deponiendo los propios intereses, y optando más bien por la ayuda solidaria”.
El mensaje termina invocando la intercesión de Santa María de Guadalupe por América Latina, en estos momentos de tensión, para que permita “hacer de cada rincón de nuestra región un lugar donde se pueda amar a Dios, vivir con dignidad y disfrutar del don de la libertad a través del cual la justicia y la paz verdaderas sean posibles”.