Comentario de la Semana [27 de julio – 31 de julio]

“Denles ustedes de comer” 

El relato de la multiplicación de los panes evoca el poder de Dios, para quien nada es imposible; señala la compasión del Señor por los que tienen hambre, y desafía la fe de los discípulos al invitarlos a la solidaridad con los necesitados, cuando les dice: “denles ustedes de comer”.
 
Los discípulos solo atinan a una mirada humana: ven una multitud de personas y saben que no hay provisiones. Su mirada es frágil, calculan con lo que tienen los otros y lo que poseen ellos, pero no calculan con el poder de Jesús. El Señor, que ya alimentó el espíritu del pueblo con su Palabra, quiere alimentarlos con el pan material. Los apóstoles buscan lo que hay entre la gente y le presentan los cinco panes y los dos peces. Cristo acepta esa pequeña contribución, como acepta nuestra contribución, por modesta que sea. En manos de los discípulos, cinco panes y dos peces era casi nada, pero en las manos de Jesús, alimentó a cinco mil hombres, más las mujeres y los niños.
 
El milagro de la multiplicación de los panes y los peces, es el milagro de la solidaridad: “Las grandes oportunidades de ayudar a los demás son escasas, pero las pequeñas nos rodean a diario”[1]. Pero, este impresionante milagro no se reduce al acontecimiento histórico, sino que encierra el símbolo de la Eucaristía. Como decía Papa Francisco: “Ese gesto prodigioso no sólo permanece como uno de los grandes signos de la vida pública de Jesús, sino que anticipa lo que será después, al final, el memorial de su sacrificio, es decir, la Eucaristía, sacramento de su Cuerpo, y de su Sangre entregados para la salvación del mundo”[2].

P. Guillermo Inca Pereda
Secretario Adjunto de la Conferencia Episcopal Peruana

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[1] Sally Koch
[2] Papa Francisco, Ángelus 23 junio 2019