Instituciones lanzan campaña de solidaridad para dotar de chalecos antibalas a la Policía Nacional

Conferencia Episcopal Peruana, Sociedad Nacional de Industrias y Universidad San Ignacio de Loyola, nuevamente juntas para apoyar a la PNP.

Ante el grave incremento de la delincuencia en el país, la Conferencia Episcopal Peruana, la Sociedad Nacional de Industrias (SNI)y la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL), anunciaron el inicio de la campaña solidaria “Unidos por la paz y la seguridad. Protege a quienes nos protegen”, que busca recaudar fondos para la adquisición de chalecos antibalas para los efectivos de la Policía Nacional del Perú.

La violencia en el Perú ha alcanzado niveles alarmantes. Solo hasta la primera semana de agosto de 2025, se registraron 1293 asesinatos en todo el país, con un promedio de cinco a seis homicidios diarios. Lima concentra la mayor parte de los casos (462), seguida de La Libertad (141), Callao (121) y Piura (82).

A este panorama se suma el incremento de las extorsiones, que alcanzaron en 2024 una tasa de 64,7 por cada 100,000 habitantes, lo que significa un aumento del 438 % respecto de 2019. Los principales afectados son transportistas, bodegas, farmacias, restaurantes y pequeños negocios, víctimas del crimen organizado que golpea la vida diaria de miles de peruanos.

En este contexto, la campaña solidaria tiene como meta inicial la compra de 1000 chalecos antibalas. Estos chalecos representan un escudo vital para proteger la vida de los agentes que día a día enfrentan el avance del crimen organizado en condiciones adversas.

Alianza interinstitucional

La Conferencia Episcopal peruana asumirá el proceso de compra de los chalecos sin apelar al rol de intermediarios, lo que garantizará transparencia, eficiencia y calidad; prioridades para los gestores de la campaña.

“Cada chaleco que entreguemos será una vida protegida y un mensaje de unidad frente a la delincuencia. Hoy necesitamos que la sociedad civil se una a esta cruzada”, afirmó Raúl Diez Cansecopresidente de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL) y uno de los promotores de la iniciativa.

La campaña se anunció durante la premiación del concurso “Policía Soy”, certamen que reconoce la vocación de servicio de los agentes.  El proyecto “Unidos por la paz y la seguridad. Protege a quienes nos protegen” convocará a empresarios, gremios, instituciones y miembros de la sociedad civil, para reforzar la primera línea en defensa de la acción de los delincuentes, lo que constituye un objetivo común para la sociedad peruana.

Aumentan homicidios y extorsiones

Las tres instituciones involucradas en el desarrollo de la campaña son los mismos de la iniciativa “Respira Perú” que en 2020 y 2021 lograron proveer de oxígeno a cientos de pacientes enfermos de COVID-19.  Ahora, volverán a unir fuerzas para aportar a la lucha contra el crimen organizado y que los uniformados sientan con esta dotación que “la Policía no está sola”.

La campaña responde a una realidad lamentable y es el aumento vertiginoso durante los últimos meses de los niveles de violencia e inseguridad en Perú. Solo en la primera semana de agosto de 2025, se registraron 1293 asesinatos en todo el país, con un promedio de cinco a seis homicidios diariosLima concentra la mayor parte de los casos con 462, seguida de La Libertad con 141, el Callao con 121 y Piura con 82.

Otro de los delitos que va en aumento son las extorsiones que en 2024 alcanzaron una tasa de 64,7 por cada 100 mil habitantes, dato que representa un aumento del 438 % respecto a las cifras de años como 2019. Las víctimas recurrentes de este delito orquestado por bandas organizadas son los transportadores, dueños de bodegas, farmacias, restaurantes y pequeños negocios. Se trata de una situación que trastorna la vida diaria de miles de peruanos.

Personal insuficiente

Según los datos que proporciona el Ministerio del Interior peruano, en promedio hay 387 policías por cada 100 mil habitantes. No obstante, hay 12 regiones del país que se encuentran por debajo de esa cifra, lo que puede entenderse como un desbalance respecto a la distribución de uniformados y un considerable déficit de atención a la ciudadanía. A la falta de personal se agregan las dificultades que existen respecto a la insuficiencia y poco mantenimiento del parque automotor lo que impide el traslado y capacidad de respuesta de la policía frente a los llamados de la ciudadanía, lo que afecta su percepción como un cuerpo efectivo y dispuesto a garantizar la seguridad ciudadana.

Pese a la insuficiencia de policías para atender las necesidades del país, en el primer semestre de 2025, la policía peruana desarticuló 344 bandas criminales y logró detener a 7.739 presuntos responsables de delitos que operaban en el área de la provincia constitucional del Callao.

Otro de los problemas que enfrenta la policía peruana es su implicación en delitos o los visos de corrupción en el desarrollo de sus actividades, de hecho, porque cientos de policías están siendo investigados por participar en acciones criminales. Esto perjudica su credibilidad entre la gente a lo que se agrega la ineficacia de las medidas estatales y la deficiente percepción sobre sus acciones.

El dato

Las tres instituciones convocantes realizaron el 2020-2021 la exitosa campaña “Respira Perú” que dotó de oxígeno a pacientes enfermos durante la pandemia.  Hoy vuelven a unir fuerzas para señalar que en la lucha contra el crimen la Policía no está sola.