“Un Padre bueno”
Dice Jesús: “Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo.» Dios Padre, es el anhelo, es el sueño y es el premio del corazón humano sediento de eternidad.
La paternidad creadora de Dios tiene su reflejo en cada padre que, con amor y responsabilidad, enciente en el seno de una familia la chispa de la vida. Un Padre, es alguien insustituible en la formación de un corazón estable, valiente y creativo. Es aquél de cuyo corazón decía un poeta: “No hay palabra ni pincel que llegue a manifestar el amor de padre”.
Un papá, dice un pensar anónimo, es una combinación extraña de razón y sentimientos, es el que sabe decir no cuando es lo justo, y sabe decir sí cuando es lo conveniente. Es fortaleza ante el peligro, es sabiduría ante el problema, es confidente y es amigo.
“No es la carne y la sangre, sino el corazón, lo que nos hace padres e hijos” decía Schiller; porque de la abnegación de un Padre, aprendemos a conquistar lo nuestro; porque de su honestidad descubrimos que aun siendo pobre un padre puede legar riqueza “cuando es un buen padre” (Vives) porque de su lealtad aprendemos a discernir y escoger lo bueno; porque de su sacrificio aprendemos a no rendirnos hasta alcanzar la victoria.
Que San José, el hombre justo y Padre Virginal de Jesucristo, fortaleza la lucha e ilumine el camino de cada padre peruano, con la sabiduría de Dios.
¡Feliz día del Padre!
R. P. Guillermo Inca Pereda
Secretario Adjunto de la Conferencia Episcopal Peruana