La Iglesia en el Perú invita a todas las personas de buena voluntad a participar de la tradicional Colecta para el Óbolo de San Pedro, que se realizará el próximo domingo 6 de diciembre. Este óbolo es un fondo vaticano sufragado por los fieles para sostener las obras de caridad que impulsa el Santo Padre.
La colecta anual se celebra, normalmente, el 29 de junio de cada año, Festividad de San Pedro y de San Pablo. Pero, ante los desafíos que representa la pandemia del nuevo coronavirus, la fecha se ha trasladado para el último trimestre del 2020.
Es por ello que la Conferencia Episcopal Peruana se une a este llamado y hace una extensa invitación a toda la comunidad católica y personas de buen corazón a sumarse con sus aportes en una de las siguientes cuentas del Banco de Crédito del Perú:
Nombre de la cuenta: Conferencia Episcopal Peruana – Óbolo de San Pedro
Moneda Nacional (Soles): 193-1448637-95
CCI: 00219300144863709511
Moneda Extranjera (Dólares): 193-1448557-1-97
CCI: 00219300144855719711
Una vez realizado el depósito, puede enviar su voucher a los correos: ospedro@iglesiacatolica.org.pe y sec.ospedro@iglesiacatolica.org.pe.
Óbolo de San Pedro
Nació en el siglo VII, con la conversión de los anglosajones. Como señal de adhesión a Roma empezaron a enviar una contribución anual al Papa. Así nació el “Denarius Sancti Petri”, la “Limosna a San Pedro”. Luego se añadieron otros países europeos. Oficialmente lo instituyó Pío IX en el año 1871.
Esta colecta anual ha servido para poner en marcha diversas obras de caridad como la construcción del hospital pediátrico en Banguil, capital de la República Centroafricana (2019); la ayuda solicitada por el Santo Padre para asistir a miles de migrantes asentados en México, la mayoría procedentes de Honduras, El Salvador y Guatemala (2018; el donativo solicitado por el Papa para ayudar al pueblo ucraniano golpeado por la guerra civil (2016), entre otros gestos de solidaridad.
De igual modo, se llevó a cabo obras de caridad este año con el propósito de hacer frente a la pandemia. Entre ellas destacan la donación de 2500 pruebas de COVID-19 al Ministerio de Salud de Gaza, a través de la Congregación para las Iglesias Orientales; la entrega de dos respiradores a Ecuador para ayudar a los pacientes afectados, y la ayuda de 250.000 euros para atender las necesidades de la Iglesia libanesa en estos meses difíciles.