112° Asamblea del Episcopado: Mensaje al Pueblo Peruano

“Yo soy el camino, la verdad y la vida.” (Jn 14,5)

Los Obispos del Perú, reunidos en la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal, queremos invitar al pueblo peruano a renovar el espíritu de esperanza, y a la vez recordar algunos aspectos de la crisis por la que atraviesa nuestra sociedad y proponer medidas para superarla.

1. Sufrimos una corrupción política, judicial, empresarial y social debida a la “descomposición ética provocada por el abandono de los ideales cristianos, a causa de la deformación y cauterización de las conciencias”[i]. Por ello, invocamos a todos los hombres de buena voluntad a realizar un sincero examen de conciencia que les permita actuar en los diferentes ámbitos de su conducta respetando la veracidad y transparencia, y rechazando la corrupción. Todos estamos llamados a esta conversión.

2. Todos los peruanos debemos ser conscientes de la necesidad de aunar esfuerzos para afrontar con firmeza la corrupción que se verifica en la administración de justicia. Al comprobar la presencia de jueces y fiscales inicuos en el poder judicial, recordemos que: “es preferible que un poder esté equilibrado por otros poderes y otras esferas de competencia que lo mantengan en su justo límite. Este es el principio del ´estado de derecho´ en el cual es soberana la ley y no la voluntad arbitraria de los hombres”[ii].

3. Respecto al lamentable tema de abusos, en la reciente Carta del Papa Francisco al Pueblo de Dios, se lee: “Soy consciente del esfuerzo y del trabajo que se realiza en distintas partes del mundo para garantizar y generar las mediaciones necesarias que den seguridad y protejan la integridad de niños y de adultos en estado de vulnerabilidad, así como de la implementación de la ´tolerancia cero´ y de los modos de rendir cuentas por parte de todos aquellos que realicen o encubran estos delitos”[iii]. En este sentido, acompañemos con nuestra oración, penitencia y acogida a las víctimas de estos abusos y, asimismo, unámonos con amor y fidelidad al Papa Francisco en las actuales circunstancias por las que atraviesa la Iglesia.

4. Frente a las próximas elecciones regionales y municipales del 7 de octubre, queremos recordar que “la Iglesia aprecia el sistema de la democracia, en la medida en que asegura la participación de los ciudadanos en las opciones políticas y garantiza a los gobernados la posibilidad de elegir y controlar a sus propios gobernantes, o bien la de sustituirlos oportunamente de manera pacífica”[iv]. Todos los ciudadanos debemos sentir la responsabilidad que supone elegir a nuestras autoridades sopesando con serenidad la coyuntura política y social que venimos padeciendo. Nuestro país necesita ser gobernado por buenos y verdaderos políticos, por ello, invitamos a asumir con seriedad y, según los valores cristianos, nuestra participación en la vida política.

5. La situación de nuestros hermanos inmigrantes también es causa de preocupación para nosotros. Nuestra actitud hacia ellos debe ser humana y verdaderamente cristiana, teniendo presente las mismas palabras de Nuestro Señor: “Fui forastero y me acogieron” (Mt 25,35). Esta creciente migración no debe ser vista como una amenaza, sino como una oportunidad para enriquecernos mutuamente compartiendo generosamente toda clase de bienes espirituales y materiales. Que nos sintamos y seamos en verdad: Hijos del mismo Padre.

LOS OBISPOS DEL PERÚ

[i] Conferencia Episcopal Peruana, Perú, cultiva los valores, Lima, 6 de enero de 2003, n. 29.

[ii] Catecismo de la Iglesia católica, n.1904.

[iii] Francisco, Carta al Pueblo de Dios, Roma, 20 de agosto de 2018.

[iv] San Juan Pablo II, Centesimus annus, n, 46.