EN EL DÍA DE LA MADRE
12 de mayo de 2019
Al celebrar este segundo domingo de mayo el día de la Madre, quiero expresar mi saludo, cercanía y reconocimiento por el maravilloso don divino de la maternidad representada en la mujer peruana, la mujer migrante; las cuales con su testimonio de vida se convierten en transmisoras de la reserva moral y la esperanza de la humanidad.
Toda persona humana proviene y debe la vida a una madre. Ella, no solo gesta una vida, sino también construye vida en el camino de nuestra existencia, contribuyendo a la formación humana y espiritual de todos los hombres.
Ante el flagelo del feminicidio, las dolorosas y graves formas de atentado contra la integridad y dignidad de la mujer en el Perú, pidamos que María nos ayude a “generar actitudes de reconocimiento y gratitud frente a la mujer, frente a nuestras madres y abuelas que son un bastión en las vidas de nuestras ciudades. (Papa Francisco, Trujillo enero 2018)
Que el Señor Resucitado y nuestra Madre Santísima las llene de bendiciones y otorgue su filial protección a cada una de ellas.
Lima, 11 de mayo del 2019
+Héctor Miguel Cabrejos Vidarte
Arzobispo Metropolitano de Trujillo
Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana