El Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), Mons. Miguel Cabrejos Vidarte, condenó la polémica representación de la Última Cena en la apertura de los Juegos Olímpicos 2024 en París (Francia), calificándola de «irreverente, distorsionada y escandalosa», y afirmando que «ha herido la sensibilidad de millones de personas que proclaman y reconocen la riqueza humana y espiritual que condensa esta Sacra Imagen que acompaña a millones de hogares en el mundo».
El también Arzobispo de Trujillo subrayó la importancia de los símbolos en la vida de los pueblos, destacando que estos «revelan valores, sintetizan historia y tradición, expresan la identidad colectiva y comunican la fe de un pueblo». Al referirse a la Gran Obra de la Última Cena de Leonardo Da Vinci, reconocida mundialmente en el contexto cristiano, Mons. Cabrejos enfatizó que «un símbolo exige respeto, rechaza la burla; merece veneración y no profanación».
En ese sentido, el Presidente de la CEP hizo un llamado a la reflexión en torno a los límites de la libre expresión, recordando que, en una cultura de diálogo, tolerancia, libertad y democracia, esta no puede ser utilizada para afectar el derecho fundamental a la libertad religiosa de millones de cristianos en todo el mundo.
El Arzobispo concluyó su mensaje recordando que «la cohesión de los pueblos se teje y se alcanza solamente si existe un respeto profundo a la dignidad de las personas y a los símbolos que los unen», los cuales, insistió, «deben ser respetados, venerados y amados como gran tesoro de los pueblos».
A continuación el Comunicado completo: